La Sexualidad Humana constituye un fenómeno físico y psicológico que no se limita únicamente a los
mecanismos de cortejo, cópula y reproducción como comúnmente se cree. Ésta barca toda una gama de aspectos
sociales, religiosos y jurídicos, y así mismo se encuentra estrechamente vinculada
al mundo de la afectividad interpersonal y al plano de los valores éticos y morales de los involucrados, así, se afirma que la sexualidad es una parte normal de la experiencia y vivencia humana.
No obstante, los tipos de comportamiento sexual y las actitudes acerca de la sexualidad que se consideran normales varían mucho en las diferentes culturas según factores sociales, biológicos, religiosos y físicos. Sin embargo la historia de la sexualidad en las diversas civilizaciones pone de manifiesto la variedad de las costumbres sexuales, así, conductas que en una determinada sociedad son consideradas "normales", para otras resultan inadmisibles. Dentro de un mismo grupo social, los hábitos sexuales no son los mismos para todos los núcleos de la población.
Hoy en día, estudios científicos han determinado que cuando una persona alcanza la excitación sexual a través de estímulos que no se consideran normales, se dice que tiene una "Parafilia" o "Psicopatología Sexual", ésto se trata de una palabra nueva para un concepto antiguo, el cual ha recibido distintos nombres según las épocas y el paso de los años:, tales como: perversiones, aberraciones, desviaciones sexuales, entre otros.
Una Parafilia es un patrón de comportamiento sexual en el que la fuente predominante de placer no se encuentra en la cópula, sino en alguna otra actividad. Las parafilias se consideran inocuas y de hecho, de acuerdo a algunas teorías psicológicas son parte integral de la psique normal salvo cuando están dirigidas a un objeto potencialmente peligroso, dañino para el sujeto o para otros, o cuando impiden el funcionamiento sexual normal. Cabe destacar que existen muchas clases de parafilias y no todas revisten la misma gravedad, por esta razón, hay quienes prefieren llamarlas "variantes de la conducta sexual".
La Organización Mundial de la Salud definió una disfunción sexual como: “la dificultad o imposibilidad del individuo de participar en las relaciones sexuales tal como lo desea”. Hasta hace algunos años la aproximación clínica a los problemas sexuales derivaba en gran medida de la doctrina de Freud y consideraba a las disfunciones sexuales como una manifestación de desórdenes psicopatológicos graves.
Actualmente, se considera un "Trastorno Sexual" aquella situación en la cual el individuo se halla sujeto a determinadas costumbres sexuales, parafilias, y no puede llegar a la excitación sexual de otra forma. La falta de datos científicos sobre esta conducta se debe al poco interés que han suscitado, mientras se han considerado como particularidades propias de una minoría pervertidas depravadas.
Gracias a los estudios de Masters y Johnson se han producido considerables avances en el conocimiento tanto de la fisiología de la sexualidad humana (Masters y Johnson 1966) como de sus disfunciones (Masters y Johnson 1970). Éstos, junto a nuevos estudios, nos dan prueba que las disfunciones sexuales si bien, pueden traducir trastornos orgánicos y/o psicopatológicos profundos, en muchos casos pueden presentarse en personas que se hayan libres de patología psicológica, y que el problema se enraíza en situaciones puntuales e inmediatas como por ejemplo una serie de exigencias reales o imaginarias en cuanto a la ejecución del acto sexual.
Las consideraciones acerca del comportamiento parafílico dependen en un grado muy elevado de las convenciones sociales imperantes en un momento y lugar determinados; ciertas prácticas, como la homosexualidad o la masturbación fueron consideradas parafílicas en su momento, aunque ahora se consideran variaciones normales y aceptables del comportamiento sexual en la sociedad moderna. Debido a ello, es imposible elaborar un catálogo definitivo de las parafilias. Las definiciones más usuales recogen comportamientos como el sadismo, masoquismo, exhibicionismo, voyeurismo, zoofilia, coprofilia, necrofilia, pedofilia, fetichismo y el frotismo.
En cuanto al origen de las
parafilias, no se ha podido demostrar la existencia de ninguna alteración
orgánica o psicológica que las explique. Se han formulado diversas hipótesis
pero ninguna de ellas cuenta con pruebas científicas que las corroboren. Se ha
sugerido que estas personas podrían tener niveles altos de andrógenos, así mismo, los tratamientos para este
grupo de comportamientos tanto conductuales como psicoanalíticos han demostrado
escasa eficacia.
La gran mayoría de las parafilias las sufren más los hombres que las mujeres debido a la teoría del predominio de la erotización visual en el hombre a diferencia de la erotización táctil en la mujer, atribuible a la posición prenatal en el período de determinación del dimorfismo sexual cerebral.
Los
que primero estudiaron las perversiones les dieron el carácter de patológicas o
degenerativas, pero luego se fueron dando cuenta que el hombre común integra en
su vida sexual gran parte de estas extralimitaciones. Sin embargo, ciertas
perversiones se alejan tanto de lo normal que si se consideran patológicas,
como por ejemplo, las que vencen el pudor, la repugnancia, el espanto y el
dolor.
Una de las principales características
psicológicas de estas desviaciones es que la persona no puede funcionar
apropiadamente en relaciones sexuales normales y comienza a sustituir su fuente
de placer por una persona, objeto o cosa que no puede criticarle o hacerle
sentir inseguro en su identidad sexual o en su ejecución sexual, así, dentro de los factores individuales que llevan a los deseos
psicopatológicos sexuales se encuentran:
·
Problemas
del ámbito familiar
·
Falta o
inadecuada información
·
Modelos
sociales inadecuados (familiares, grupos, entre otros)
·
Falta de
habilidades sociales
·
Baja
autoestima
·
Presión de
grupo
·
Curiosidad
por experimentar
·
Ausencia de
prevención escolar
·
Bajo
rendimiento, deserción escolar
·
Pérdida de
valores
·
Abuso sexual
·
Problemas
biológicos
·
Uso
inadecuado del tiempo libre
Consulta el Trabajo de Investigación, encuesta realizada y resultados obtenidos en el siguiente link:
Durante la infancia, dentro del proceso llamado "socialización", en el que el individuo aprende y asume la cultura de la sociedad a la que pertenece, se van asimilando las pautas de comportamiento que diferencian la sexualidad masculina de la femenina; el comportamiento sexual humano específico viene así determinado por factores tanto culturales como biológicos. Las pautas instintivas se hacen más flexibles, permitiendo una mayor intervención del aprendizaje y dando lugar a conductas sexuales diferenciadas.
Tras la realización de el presente Trabajo de Investigación, se presentan las siguientes recomendaciones ante los deseos psicopatológicos sexuales que un individuo pueda presentar:
- Si se presenta alguna patología fuera de sí relacionada al ámbito sexual, tales como deseos sexuales inusuales, insatisfacción sexual, disfunción sexual, entre otras, acudir a un especialista, llámese Psicólogo, Terapeuta o Sexólogo.
- Informarse y documentarse sobre el Tema.
- Realizar actividades físicas o deportivas diariamente.
-Elsa Molero
-María Molina
-Angelis Montiel
-Carlos Morales
¡Gracias por formar parte de la Emergencia Clínica! Síguenos en nuestra cuenta de Instagram @emergenciaclinica para mayor contenido médico especializado.



Comments
Post a Comment